Trujillo tiene todo, pero esto ha sido así
siempre. Cerveza propia, marca de ron propia, muelle, haciendas, tradiciones,
magia. Cuando se tiene todo no puede faltar lo dulce y en Trujillo es típica la fabricación y consumo desde
tiempos inmemoriales de una serie de dulces y postres tradicionales destacando
el antiguamente denominado Alfajor
de Trujillo (leer aquí), del que dan cuentan
las crónicas de los conquistadores españoles y viajantes que pasaban por la
ciudad, desde tiempos muy antiguos. Es una tradición que se conserva hasta hoy.
La fabricación del Alfajor, al que con una variante en su preparación han dado
en llamar King Kong (que también se produce en Trujillo) en otra ciudad del norte, se da
en diversas dulcerías siendo la más conocida Dulcería Castañeda. Esta se ha constituido en
una marca tradicional de dulces y alfajores contando con seis locales además de
un local en la ciudad de Lima. Sus principales productos son sus alfajores y bizcochos
de yema comprados como souvenirs distintivos
de la ciudad.
En 1925 llega a vivir a la ciudad de Trujillo don Alejandro Castañeda.
Procedía de la vecina Guadalupe en donde al parecer adquirió desde muy joven
los conocimientos de la pastelería, de manos de inmigrantes italianos. Con sus
jóvenes 29 años a cuestas, don Alejandro empieza a elaborar rosquitas de manteca,
besitos, mil hojas, manjar blanquillo, camotillo, suspiros, pan de manteca, pan
de yema, entre otros productos,
Arrastrando una gran canasta con sus manjares, don Alejandro recorría
las calles de un entonces pequeño Trujillo. Ofrecía sus productos en las
principales casonas del centro de la aristocrática ciudad, destacando
nítidamente el Biscocho de Yema, con el que lograba gran demanda por su
agradable sabor.
Fue así como don Alejandro Castañeda
incursionó en el ámbito de la pastelería y panadería y con el transcurso de los
años esta empresa fue creciendo, ganándose el cariño de los trujillanos, y de
la tienda original de Francisco de Zela que hasta hoy conserva, llegan a las
siete tiendas actuales. Al fallecer don Alejandro Castañeda, la administración
del negocio familiar es asumido por su esposa, doña Vietona Cueto de Castañeda con
quien la empresa continúa su crecimiento. Al morir la matriarca de la familia
asumen el control los hijos de la pareja haciéndolo de modo que cada día la
empresa crezca más y continúe elaborándose los productos con la misma calidad
de siempre.
Este año 2015, la empresa, hoy
llamada Hermanos Castañeda Cueto S.A.C. ha cumplido 90 años de funcionamiento y
como tal ha sido felicitada desde el parlamento nacional el día 19 de enero,
fecha que los hermanos Castañeda han establecido como fecha de aniversario cada
año, en honor del natalicio de don Alejandro.